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La Quinta del Infanzón o Quinta de Duro se encuentra en la parroquia de Cabueñes, Gijón. Se trata de un típico conjunto de casa, jardín y campo de labor que en esta zona recibe el nombre de Quinta, realizado a finales
del S. XVIII sobre una edificación principal más antigua (del S. XVII) y una finca de labor.
En esa época las clases pudientes de la ciudad comenzaron a realizar en su entorno cercano conjuntos de Quintas formadas por
jardines, tierras de labor, casas principales y de criados, con el fin de utilizar esos jardines y casas principales como lugares de
esparcimiento y excursión de día. De esa época son los espléndidos ejemplares de coníferas.
En la primera mitad del S. XIX, la finca fue adquirida por D. Pedro Duro, magnate de la industria siderúrgica asturiana que hacia
1.870 modernizó y amplió considerablemente el edificio principal dotándolo de una bonita columnata en su fachada sur, con
vistas a su utilización de forma permanente durante los largos veraneos de las clases pudientes de la época.
El edificio original fue transformado a mediados del siglo XIX en una quinta de recreo al gusto de la época. En épocas muy recientesha sido objeto de rehabilitación por parte de sus propietarios para permitir su uso terciario, manteniendo con acierto el encanto del edificio original.
El jardín, de influencia inglesa, está compuesto por ejemplares de nogal, secuoya, cedro del Líbano y del Himalaya, palmera,
roble, magnolio chino, fresno, pino piñonero, tejo, castaño, falso ciprés de Lawson, avellano turco, pino de Servia, falsa acacia,
bananero, pino de Monterrey, níspero, encina, alcornoque, higuera, arce noruego, laurel, ciruelo japonés, tilo, plátano de sombra,
acebo, palmera de Fortune, circe o árbol del amor, peral, mimosa, manzano cerezo, gingko y castaño de Indias, la mayoría
centenarias y con un porte excepcional. Otras especies son las hortensias, bambúes, bojes recortados, plantas de temporada y
adornos florales.
La estatuaria del jardín está compuesta por monumentales jarrones, una estatua alegórica de la Fe hecha artesanalmente en
piedra, otra de un niño montado sobre un pez, originaria de Guadalajara y que es utilizada como adorno de la fuente principal, y
otra en la trasera de la casa principal titulada “El Herrero” y hecha por el artista Mariano Benlliure (1862-1947).
Desde Pedro Duro, ha sido una propiedad familiar y siempre ha estado habitada, utilizándose principalmente como casa de
veraneo. Hoy, tras cinco generaciones familiares, Manuela y Carlos, junto con sus hijos Germán, Jesús y Pablo regentan un hotel
con encanto conocido como Hotel Quinta de Duro.
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