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(C) Makio Terala |
Favorables circunstancias vinieron a dar impulso a la industria
hullera. Hasta el año 1849, la Jefatura de Minas de Asturias, estaba acoplada a
la de Galicia, con residencia en Vega de Ribadeo, considerado como punto céntrico
de las dos regiones. Pero, a partir de dicho año, quedo establecida en Asturias
la Jefatura de Minas. En este mismo año, se puso en vigor la nueva Legislación
minera.
Toda esta serie de circunstancias
favorables, unidas a la perspectiva de la pronta explotación del ferrocarril de
Langreo-Gijon, dieron origen a que se despertara la inclinación hacia las minas
de carbón, descubriéndose y demarcándose unas 2.363 concesiones, pertenecientes
en su mayoría a las Sociedades que a continuación se mencionan.
SOCIEDAD MINERO-CANTABRA.
Esta sociedad, muy importante, fue
propietaria de las minas de cobre y manganeso, en Cabrales y Peñamellera, y de
las de carbón, en Langreo y San Martin del Rey Aurelio, tituladas Tras el
Canto, Trechoro, San Blas, Lozana en Ciaño), Llamargon, Santa Ana en San Andrés
de Linares, Vuelta, Sallosas, Carmelita, Generala, Mariscala, Florida, Alameda
y Pontón en San Martin.
Como complemento a su industria del carbón,
intento esta sociedad, en el año 1848, instalar una Fábrica de fundición en
Ciaño (Casas de la Fábrica). Más tarde, en 1856, traspaso toda su propiedad
minera, por aportación, a la Sociedad franco-belga, constituida en Paris en
1845, para la explotación de minas de carbón en el valle de Langreo, titulada
"Hulleras de Santa Ana"
HULLERAS DE SANTA ANA
Esta nueva sociedad, se dedico
exclusivamente al desarrollo de la explotación de carbones. A tal motivo, llevo
a cabo grandes instalaciones para el aumento de sus grupos mineros, nombrados Tras
el Canto en Ciaño, Santa Ana y Soton en San Martin del Rey Aurelio. Construyo
un ferrocarril de vía de 0.65 metros de ancho, para enlazar dichos grupos, empleándose
al principio la tracción animal, y más tarde la de vapor, para conducir sus
carbones directamente a unos muelles-depósitos, instalados en las inmediaciones
del ferrocarril de Langreo, o sea en el cargadero conocido con el nombre de
Collantes, que existe actualmente próximo a la estación de Sama.
Pronto esta sociedad vio acrecentadas sus
propiedades mineras a ambos lados del margen del rio Nalón, con nuevas
concesiones, otorgadas por el Estado unas, y por la compra a particulares
otras, formando extensos grupos, con las concesiones tituladas Lozana, La
Granja, La Cabaña, Negra (Ciaño); Juliana, Prisionera, Máxima , San Alejandro,
Teresa, Monje Bey, Aurelia, Llonga, Candanal, Fernando 1º, Cabañina (San
Andrés); Piquera, Baraosa, Santa Rita, Marcelina, 2º Florida, Valentina (San
Martin); Fea, Buena, Raposa, Julieta, 2º María Antonia, Paulina, y Milana
(Blimea); Paulina 2º, María Juana, Pliton, Apolon, Encina, Mesina (Santa Bárbara
y Cerezal); Chernanga, Focara, Noviella y Faya los Llobos (Laviana)
Por razones de índole económica, se
declaro en quiebra esta sociedad, en el año 1864, siendo adquirido en Paris por
Gaspar Martínez Fernández, en 1866, constituyendo en 1870, con Ignacio Herrero
Pui, la Sociedad Carbones de Santa Ana.
CARBONES DE SANTA ANA
En esta época la industria carbonera atravesó
una de sus crisis, debido a las circunstancias excepcionales que atravesaba el país
con sus disputas civiles. Además, dejabase sentir un espíritu poco industrial y
trabajador, infiltrado en las costumbres de nuestros antepasados, difícil de
vencer por su marcado antagonismo hacia todo aquello que significara progreso. Además,
se carecía de medios rápidos de embarque, sin puertos en la costa, con
trasportes caros, sin comunicaciones con el interior y con un reducido comercio
y matricula de mar.
Todas estas desfavorables circunstancias
fueron el estrelladero de la antigua Sociedad mencionada, viéndose obligados
sus propietarios a reducir en extremo las extracciones carbones en sus grupos
de explotación por la falta de salida, concentrándose solamente a la conservación
de los más avanzados y limitando la extracción al carbón grueso.
Sin embargo, a pasar de la crisis
carbonera de aquella época, esta sociedad amplio sus grupos mineros con nuevas
concesiones otorgadas por el Estado en el concejo de Langreo, tituladas
Embajadora, Reguerina y Guapa 3º.
Acogiéndose a los beneficios emanados del
Decreto-Ley de 1868, refundió varias de sus concesiones primitivas de los vales
de Carrocera, San Andrés de Linares, Blimea (San Martin) y los de Corcia y
Barredos (Laviana) con los nombres de San Andrés de Linares, Valle de
Carrocera, La Espesura, Blimea (San Martin), La Corcia, Los Barredos y Buena
(Laviana)
Por el Fallecimiento de Ignacio Herrero,
se hizo cargo de todo su haber social la Casa Bancaria titulada Herrero
Hermanos.
HERRERO HERMANOS
Esta nueva sociedad extendió sus
explotaciones a los grupos de minas conocidas con el nombre de Sallosas y
Generalas, estableciendo la comunicación con la concesión obtenida de un ramal
minero emplazado sobre la carretera del Estado, desde Sotón a Sotrondio, para
la explotación de las minas de los grupos de Rimadero y Santa Bárbara. para
comunicar con el ferrocarril a este ultimo vale, se construyo el túnel que hoy
se conserva en las inmediaciones de Sotrondio.
Adquirió mas tarde, por compra y concesión
del Estado, las minas llamadas Los Llerones, Dos Amigos, Alejandra, Romualda,
Isabel, Manuela, La Desgraciada, Abandono (Turiellos), Modesta, Prezosa,
Hallada, Descuido, Llamarga, Nombrada, Casualidad, Falsedad y Carmencita
(Ciaño),pertenecientes a la antigua Sociedad conocida bajo la razón social de
"Collantes, Bustamante y Compañía". Por aquella época, esta sociedad refundió
sus pertenencias, situadas en la parroquia de Turiellos, en la concesión María
Teresa, de 144 hectáreas, de las cuales fueron renunciadas en 1899, 120,
demarcadas con posterioridad a favor de la Sociedad "Fabrica de
Mieres", las minas nombradas "Escogida, Cuarta y Tercera, y a
favor de Mariano Ajuria las denominadas Disputada, Paz y Concordia. De las
concesiones situadas en el valle de Ciaño, se refundieron con la concesión
Guerra, las tituladas Modesta, Descuido, Casualidad, Falsedad y
Carmencita.
Así mismo, esta sociedad refundió los
cotos mineros de La Esperanza y Blimea en San Martin y los de La Corcia, Los
Barredos y Buena en Laviana, que formaban parte de la antigua sociedad Carbones
de Santa Ana, con las minas nombradas Ocatava, Terca y 2º Vanguardia. Además
registro y obtuvo títulos de propiedad de las minas tituladas Definitiva,
Leonor, María Antonia, Alerta y Defensa en Langreo, Intercaladas en Laviana,
Ninfa, San Vicente, Prudencia, Eudosia, Teresita, Inocencia, Triunfo, Matilde,
Pilar, Africana, Alerta, Mercedes, Emboscada, Águila, Mamesina en San Martin, y
las adquiridas a particulares, conocidas con los nombres Valle de Ciaño e
Historia en Langreo y Nalona 2, La Sucia y Cazadora 2º en San Martin.
Por aportación, esta sociedad traspaso
todas sus propiedades mineras, instalaciones, ramales mineros, terrenos y
edificios a la Sociedad Anónima Duro Felguera, formando parte de los grupos
titulados Santa Ana, Carrocera y San Martin, nombres que conservan en la
actualidad.
Texto de Julián G. Muñiz, autor de La
Industria Hullera.