miércoles, 17 de febrero de 2016

Iglesia de San Vicente de Serrapio (Aller)

(C) Geijo
La iglesia de San Vicente de Serrapio, en el concejo de Aller, situada a 1 kilómetro aproximadamente de Serrapio en un lateral de la carretera sobre un mirador con vistas al valle medio del Aller. Tiene origen prerrománico aunque no se mantienen ya conservados los elementos arquitectónicos anteriores al siglo XII. Podíamos clasificar a esta iglesia con un estilo gótico tardío de carácter rural. Fue declarada Monumento Histórico Artístico el 15 de noviembre de 1983 y pertenece al arzobispado de Oviedo.

Es una iglesia románica rural del s. XII, con numerosas reformas y añadidos. Conserva una lápida de carácter votivo dedicada a Júpiter, por lo que se supone que la iglesia está emplazada sobre un edificio de culto pagano, de época romana. Según otra inscripción que se conserva, el antiguo templo se consagró en el año 894 o 994.
El templo presenta un pórtico a los pies, espadaña de dos ojos y dos puertas de ingreso resueltas mediante arco de medio punto sobre sencillas jambas.

La iglesia consta de una triple nave dividida por pilares de madera. A ambos costados adosa dependencias y se cubre con armadura de madera a dos vertientes, datable en el siglo XVI-XVII. Al norte anexa un baptisterio, una sala que conserva las inscripciones referidas y una sacristía con pintura mural  de época medieval. Y en la otra orientación, adosa una estancia alargada o posible cabildo. Presenta así mismo, una cabecera tripartita compuesta por un ábside central semicircular, cubierto por bóveda de horno y precedido por tramo recto con bóveda de cañón.  Este ábside está flanqueado por dos capillas laterales de muro recto y abovedadas.
Resulta destacable el arco triunfal doble, que descansa sobre dos pares de columnas con capiteles historiados, y podio que se extiende a las capillas laterales.
En el exterior, bajo la cornisa, conserva canecillos tallados de temática variada. Y una banda de sillar labrada con dientes de sierra que recorre a modo de zócalo el ábside central.
El conjunto de pinturas murales que se desarrollan en las capillas del ábside, presentan numerosas pérdidas y alteraciones por repintes, además de constatarse la existencia y convivencia con decoraciones murales anteriores.

En la capilla de la izquierda, una guirnalda longitudinal en el tramo alto de la bóveda separa las dos arquerías fingidas, trazadas a partir de la línea de impostas. Cada una consta de tres arcos de medio punto que sitúa a un personaje o una escena. En las arcadas de la izquierda se conserva la representación de un báculo, restos de un cabeza y un árbol y la coronación de la Virgen. A la derecha, se representa un sol bajo un toldo, un árbol y un recipiente; en la siguiente capilla se sitúa un personaje nimbado con un cuchillo en alto, y una figura recostada. En el testero, flanqueando el vano, aparecen de pie y en posición frontal san Juan Bautista y san Andrés Apóstol, ambos nimbados.

La capilla de la izquierda  acoge la representación de  san. Cosme y san Damián, dispuestos también uno a cada lado del vano, nimbados, afrontados y portando los atributos correspondientes.

Pinturas del ábside 
De la decoración de los muros laterales de la capilla mayor quedan vestigios de las escenas dedicadas a la Pasión de Cristo, que iban contenidas por dos cenefas, una de dientes de sierra y la otra en damero. Estas escenas se repiten, no sin modificaciones, en el muro curvo del testero junto a la imposta definiendo los dos registros. En el piso inferior aparecen dos escenas separadas por el vano. De izquierda a derecha se representan las Lamentaciones sobre Cristo muerto (que relata el momento en el que Cristo reposa en el regazo de la madre, acompañada en el duelo por las Santas Mujeres y san  Juan), la Crucifixión (con María representada a la derecha del hijo, que es mostrado exánime en el madero, mientras el ángel recoge la sangre en el Grial). Sobre la ventana, dos ángeles alados flanquean la cruz de la victoria, smbolo de la resurrección de Cristo sobre muerte, anticipando el tema del segundo registro.


Separadas por la línea de imposta, y por la secuencia de las tres cenefas, se representa la Resurrección: Cristo resucitado define junto a san Pedro el eje compositivo, situando a su derecha a la Virgen y a los santos, y a la izquierda  a la iglesia militante.

Fuente: Pintura mural asturiana

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