domingo, 17 de abril de 2016

Cine de Piñeres (Aller)

Este cine parroquial se encuentra en Riocastiello de Piñeres. Su construcción data de 1959 y se cerró en 1972. Su contratista fue Adolfo Cordero. 
El edificio, levantado a dos alturas, se adosa al templo parroquial por su flanco meridional, sustituyendo al antiguo cabildo de factura tradicional. Consta de un cuerpo anterior, cubierto a tres aguas y con alero sobre mensulillas de madera, que cobija, en planta baja, el vestíbulo, con el ambigú y la taquilla en un cuerpo ubicado en su zona central, justo entre los dos accesos al patio de butacas. En la planta superior, a la que se subía mediante escalera exterior de patín, descubierta y en el flanco libre, se ubicaba la cabina de proyección y un anfiteatro que se dotó con el mobiliario (fundamentalmente las sillas) provenientes del salón parroquial. Su fachada se organiza mediante una marquesina volada y apoyada en dos breves pilares de perfil decreciente que separan tres grandes vanos acristalados (los de los extremos funcionan también como accesos) cuya carpintería es de madera. En el piso se abren también tres generosos ventanales ordenadamente dispuestos. Dicha fachada se carga y luce imitando despiece de sillares en la planta baja y las cadenas angulares. La sala de proyecciones se cubría a dos aguas, con el caballete paralelo al lado largo, y contaba con pasillos longitudinales por los laterales, aprovechando la disposición de los pilares que sustentaban la cubierta. Contaba con unas 230 butacas y un amplio escenario, cuyas medidas eran de 2,5 m. de altura por 3 m. de ancho y 11 m. de largo. Detrás del escenario se situaba la pantalla, fija, y un camerino. El cuerpo de la sala apenas conserva ya la cubierta. Sin embargo, el cuerpo anterior que cobija el vestíbulo, la taquilla, el ambigú, etc., parece estar en aceptables condiciones.
Desde 1952, D. Carlos, párroco de San Pedro de Piñeres, ya proyectaba películas en el bajo de la casa rectoral, con una capacidad aproximada para 60 personas. En 1959, un nuevo párroco, D. Bonifacio, que había continuado con la actividad, decide levantar un edificio ya dedicado a cinematógrafo, adosado a la iglesia y a consta del derribo del antiguo cabildo existente. Las sesiones eran, en un principio, en sábado y domingo. Más adelante se ampliarán a los lunes y viernes (viernes y sábados con película diferente). El horario era: lunes, viernes y sábado a las 20:00 horas en invierno y 21:00 horas en verano. Los domingos, tres sesiones, a las 12, 17 y 21 horas. El propio párroco era el administrador, encargándose de la economía y las relaciones con la Sociedad General de Autores. Cerró en 1972.
En 1959, con diez años de edad, empieza como ayudante de operador José Manuel Fernández Díaz, natural de Piñeres. Al año siguiente ocupará el puesto de operador hasta 1964. D.ª Piedad Fernández se ocupaba de la taquilla.


Fuente: Roberto Álvarez E. 

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