Palacio perteneciente a la familia Bernaldo de Miranda. Los
orígenes del palacio pueden remontarse al siglo XVI, aunque sufrió una
importante remodelación en el año 1755 según aparece en el dintel de un balcón
situada en la fachada este que tiene labrada la siguiente inscripción “hizo esta
obra Díaz de Riosa año 1755”. Sobra la puerta de entrada principal, dovelada en
arco de medio punto, se conserva un reloj de sol fechado en 1808 en el que
figura también una inscripción: “me hizo Antonio Fernández presbítero año de
MDCCCVIII. Soy de Francisco Fernández de
Miranda y Tobar”. Responde al tipo de quintana tradicional asturiana al seguir
un programa abierto que incluye la casa, las cuadras, una pequeña capilla
dentro del recinto del palacio, un puente y un palomar cilíndrico de cubierta cónica.
La estructura del edificio es de planta cuadrada, con espacios de trabajo
(cuadra, caballerizas, bodegas, llagas y cocina) en la planta baja y las
habitaciones y salas importantes en la primera planta. Exteriormente se
manifiesta esta diferenciación con un piso bajo casi ciego, sin más huecos que
los portones de entrada y una serie de saeteras abocinadas, mientras que en el
piso superior se abren cinco balcones enrasados con la fachada y rodeados de
sillar.
El edificio fue catalogado BIC en 1995 y hoy en día se le da uso como hotel.
Fuente: Marta Llavona
No hay comentarios:
Publicar un comentario