La pequeña aldea de Cerébanes pasaría desapercibida si no
fuera porque entre su caserio se encuentra
un edificio de singulares características, el Palacio de D. Francisco Sánchez
de Caso. Se levanto entre 1733 y 1734, según la inscripción grabada sobre una
de las puertas. Desgraciadamente fue incendiado durante las guerras carlistas y
se encuentra en un lamentable estado de ruina, resistiendo el paso de los
siglos gracias a su excelente factura.
La puerta principal adintelada se sitúa en el centro
marcando el eje de simetría de la composición. Sobre ella t res balcones
enrasados, el central con moldura de orejas, flanqueado por dos escudos
protegidos por guardapolvo recto y muy deteriorados. En lo alto del muro se descubre
una hornacina venerada con la imagen de la Virgen de Guadalupe, a quien Don
Francisco, que había hecho fortuna en México, dedico una capilla en Cerebanes.
Es de destacar en este palacio la singularidad que suponen las numerosas
inscripciones que conserva, labradas en los dinteles de puertas y ventanas. Se
trata de jaculatorias e inscripciones piadosas y conmemorativas, además de
varias fechas señalando las etapas constructivas y el nombre del propietario.
Fuente: Marta Llavona
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