En Felechosa encontramos "El Parador" del siglo XX con estilo eclectico. Hotel unifamiliar, exento, de planta básicamente cuadrada y con tres alturas, en cuya
cubierta predominan cuatro vertientes. Su aparejo emplea mampuesto probablemente, a
tenor del grosor de los muros, y ladrillo más puntualmente, recurriendo a la falsa piedra
para elementos decorativos y las bandas que en zócalo, ángulos y recercado de vanos
recuerdan el sillar bien escuadra dos; éstas se pintan en tono marrón, que contrasta con el
.. blanco de los lienzos murales.
El piso bajo, semisótano, tiene perfil en talud, y se abre al exterior mediante una puerta
desplazada del eje de fachada, y pequeños vanos cerrados con rejería decorada con flores. Una gran escalera, cuya barandilla sólo cerca de la puerta es de fundición, sirve de acceso a ,
la puerta adintelada, única en la parte residencial. Este piso y el tercero son ocupados por una vivienda y se abren al exterior por vanos rasgados, pareados en su mayoria, destacando sobre la puerta un mirador semicircular, con columnillas. Los huecos altos son
adornados por mascarones femeninos con rico tocado, situados en las claves.
El flanco izquierdo destaca por sobresalir en planta un cuerpo semicircular, que en el
alzado se corresponde con una bateria de miradores, con cuatro huecos rasgados
separados por fustes cilíndricos, siendo el superior agraciado con otros mascarones.
Rematan las fachadas en un corto alero sustentado por mensulillas con decoración vegetal
estilizada.
Fue reformada hace 35 años, y desde entonces se destina el bajo a restaurante, por lo que ese piso está muy remodelado. La
escalera parece haber sido transformada. Los muros, pintados en blanco y marrón pálido, reciben cables, canalones e incluso
un grueso tubo metálico; existen adosados letreros comerciales, y un toldo, y asoma una chimenea por una ventana. Bordea
el tejado una barandilla, y asoman antenas.) A la fachada posterior se le ha adosado un cuerpo bajo, a modo de trastero
o cuarto para instalaciones.
De la primitiva finca apenas se conservan unos árboles próximos, pues la
casa se halla rodeada de baldosas de piedra deterioradas, y útiles necesarios al
comercio; en general, su aspecto está más cuidado en la fachada principal,
pues las laterales y posterior revelan la existencia de algún cristal roto, asi
como elementos de falso sillar deteriorados y retocados con cemento, y
aparecen más cables adosados.
Fue propiedad del indiano emigrado a Cuba Victor Suárez.
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